Un viaje maravilloso al interior…..de una maleta

El pasado 13 de mayo escribía una entrada en mi blog Tres Países titulada «Escuchando a Kaplan….¿cuán lejos alcanzas a ver desde el balcón?» Si les apetece, recomiendo su lectura en http://www.raulbaltartrespaises.blogspot.com porque ahí ratifico la necesidad de la reflexión estratégica como vehículo para construir un modelo de largo plazo en una empresa y, además, puede ser una lectura interesante como complemento de esta misma.

¿Han visto la película protagonizada por George Clooney, Up in the air?  Pues bien, cuando escribo esto estoy sentado en un aeropuerto esperando el vuelo de conexión que me lleva a encontrarme con mi familia después de un largo viaje que se suma a las vivencias de este año 2011, año entusiasta y pleno de adrenalina. En mi espera veo pasar cientos de personas entusiasmadas, aburridas, angustiadas o felices dependiendo, supongo, de decenas de factores como que te falta el aire para la última carrera que te lleve a entrar en tu vuelo que pierdes, un olvido en casa que llega en el último minuto a la memoria o, quizás, el comienzo de unas vacaciones con todo tipo de expectativas por estrenar. Veo también, en este paisaje habitual, variadas tiendas libres de impuestos (aunque no se si más baratas), puertas de embarque, paneles informativos y, por supuesto, veo cientos de maletas de todos los tipos y tamaños, aunque de repente mi interpretación de esta última visión es sutilmente diferente a decenas de ocasiones anteriores.

Durante las dos últimas semanas, presentando el Plan Estratégico del Banco Exterior, hemos viajado a lo largo de toda Venezuela con nuestras «maletas personales» a cuestas. Desde entonces, mi concepto de lo que significa una maleta se ha, por decirlo de alguna manera, ampliado. Sin ninguna duda la causa ha sido una simbología ocurrente y fantástica nacida de la creatividad de profesionales que disponen del espacio, el tiempo y las herramientas para ello (como monopatines sobre los que hacer volar la imaginación). Una simbología que utilizada para representar una campaña comercial puede ser innovadora, pero que usada para encuadrar un Plan Estratégico de un Banco es, cuando menos, inusual y retadora.

El concepto es que todos tenemos una maleta personal que atesora las más diversas experiencias de vida privada y profesional. Esa maleta es la que transportamos allí donde la vida nos lleva y la que tenemos al costado para abrirla e incorporarle cada una de las vivencias que nos marcan y definen. La esencia de cada una de las personas que componen una organización es individual e intransferible. Pero sin duda la suma de cada una de ellas puede conformar un equipo de personas a las que sus distintas experiencias unen en una meta que deciden que sea, ahora sí, colectiva.

Subirse a un escenario ante cientos de profesionales para explicar qué tiene uno en su maleta podría parecer extremadamente complicado o delicado. Pero si crees en lo que haces y lo que haces es, de manera importante, una consecuencia de tantas cosas vividas, resulta finalmente que todo encaja a la perfección. Y apuesto a que quien escucha lo entiende así y, probablemente, termina por sentir que sería estupendo subir también al escenario con el fin de compartir con toda la audiencia los motivos que le llevaron a estar en esta empresa a través de la revelación del «contenido» de su maleta. Es por ello que aunque este blog no es corporativo y sí es personal, quiero reconocer con admiración la inmensa y positiva energía que he sentido en Puerto la Cruz, Barquisimeto, Maracaibo, Valencia y Caracas junto a mis colegas Patricia, Daniel, Wilmer, Judith, Gerardo y César, que formaron parte de un equipo mágico y me atrevería a decir que inolvidable. Cientos de maletas estaban presentes en las salas de cada una de esas ciudades y yo sentí que esas maletas se abrían con confianza y que su interior era compartido con franqueza, compromiso e ilusión. Y ello es, sin duda, un motivo más para seguir «viajando» en busca de lo mejor……

Raúl Baltar